Al día

Hola¡

Como va la vida por Extremadura?Espero que vaya todo bien, por aquí todo bien, aunque lo completo del programa apenas me deja tiempo para escribiros un rato, la verdad es que no sé ni por donde empezar, es todo tan intenso que es difícil explicar todas las sensaciones en estas líneas.

L@s nicaraguens@s son muy agradables y muy acogedores, la verdad es que es duro ver como esta maravilla de país vive en la pobreza, el sistema, los desastres naturales, las guerras,... en fin. El caso es que estos días que hemos estado en la selva y en las diferentes comunidades campesinas, me ha enseñado otro mundo, otra parte de la vida que tan sólo conocía por TV, se encoge el alma cuando ves a las personas que sobreviven con menos de un dólar al día, ver como te acogen, como sonríen y como luchan por tirar adelante. Es una experiencia impresionante, ver, sentir y palpar esta realidad en la que vive Nicaragua.

Otro de los aspectos que más me han llamado la atención son los maravillosos proyectos de ecoturismo y desarrollo sostenible que se están llevando a cabo en la selva y en las comunidades campesinas que hemos visitado, como saben valorar el entorno que los rodea y como lo preservan con más ganas que medios.

Durante estos días he vivido ratos lindos, pero también ratos difíciles, experiencias y sensaciones que nunca olvidaré, ya llevamos una semana lejos de Extremadura, esto pasa deprisa, pese a que tan sólo duermo tres o cuatro horas y no paro de hacer cosas, será por que aprovecho todos los momentos que esta experiencia me da.

El despertar en la selva entre la niebla y el rugir de los monos congo y los tucanes esmeralda te sitúa en un maravilloso lugar, utilizar las letrinas de las comunidades campesinas te devuelve a la cruda realidad y el charlar con sus gentes te llena de satisfacción y te ayuda a caminar en el día a día.


Hoy ha sido maravillosa la expedición por el cañón de Somoto, hemos nadado por el cañón en aguas cristalinas de más de 15 metros de profundidad entre paredes y farallones de pizarra de más de 50 metros de altura, toda una gran experiencia, una gran aventura y un regalo para los sentidos ver como nadaban a tus pies peces de más de 10 kgs.

Para resumir diré que el fin de semana en la selva ha sido impresionante, a ver si a partir de ahora tengo más tiempo para escribiros y contaros.

Weno creo que me voy a ir a acostar que ya es muy toca madrugar mucho, estoy bien.

Os mando unas fotos

BESOS Y ABRAZOS